💁🏻♂️ Hoy hablamos de algo un pelín distinto a lo habitual. Ya sabéis que cuando se me cruzan los cables cambio de tema durante un rato. Pero es algo que desde hace mucho tiempo pongo en práctica y me apetece compartir con vosotros/as/es.
👉🏼 Os voy a hablar de algo que no es nada fácil y que (a veces) cuesta bastante de aprender (yo a veces lo considero un arte).
Cómo entender qué necesita un cliente y hacer el presupuesto adecuado.
👨🏻💻 Cuando nos llega un nuevo lead que solicita un servicio determinado suele tener las ideas muy claras: “necesito un community manager” por ejemplo.
El caso está que los clientes muchas veces buscan poner parches a un problema que suele ser más complejo que ir rellenando servicios de marketing digital.
Desde hace ya mucho tiempo me gusta conocer a mis clientes/as, es por ello que a cada nuevo lead le dedico un buen rato por teléfono para poder entender y comprender bien su proyecto.
Mi objetivo en esta conversación es el de obtener toda la información que necesito para poder elaborar un presupuesto lo más personalizado posible.
Hago preguntas como:
📍 ¿Qué canales de adquisición trabajas a día de hoy?
📍 ¿Estás satisfecho/a con el rendimiento de cada canal?
📍 ¿Hay algo que te gustaría trabajar de la adquisición que no estés haciendo ya?
📍 ¿Qué herramientas estás utilizando a día de hoy?
📍 ¿Tienes bien configurado el Analytics?
📍 ¿Cómo trabajas el embudo de venta?
📍 ¿Tienes blog?
📍 ¿En caso de ser necesario estarías dispuesto/a hacer videos, lead magnets, podcasts, etc?
👉🏼 Cómo ya sabéis mi marca personal es desenfadada, próxima y con un toque de humor. Por ello busco en mis clientes generar un ambiente agradable, cálido y cómodo en el que poder trabajar a gusto.
A lo largo de la conversación presto mucha atención si mi manera de trabajar se adapta a la del lead. Si no cuaja, lo mejor es no seguir.
👨🏻💻 Finalmente con toda la información recopilada puedo elaborar un presupuesto que se ajuste a las necesidades reales del proyecto.
Gracias a este “esfuerzo extra” puedo ofrecer una ayuda de mejor calidad a mis clientes y además se sienten mejor atendidos. Un win-win, vaya.